Sarah Palin, con sus cinco hijos (uno de los cuales es apenas un bebé de meses), 44 esplendorosos años y la nueva estrella mediática de los republicanos ya era el centro de atención en sus años de adolescencia.
La que ha llegado para dar algo de carisma y luminosidad a la hasta ahora apagadísima carrera presidencial de McCain, ganaba en 1984 el concurso de Miss Wasilla, en Alaska y se presentaba meses después a Miss Alaska, donde terminó como primera dama, llevándose, además, el título de Miss Simpatía.
La governadora de Alaska puede presumir de ser una mamá que todavía conserva todo su atractivo. Atractivo que, sin duda, fue uno de los factores clave a la hora de su nominación como candidata a la vicepresidenta.