Es que saudades está asociada también a la muerte de una persona querida:
“A mi saudadosa esposa” dicen los obituarios del periódico local, o “saudadinhas”, exclaman, a modo de despedida. Saudades es prácticamente intraducible, pero según las antiguas polémicas lingüísticas el ranking lo tiene la palabra “to endure” del inglés, ya que la oscilación semántica de la palabra va, en español desde “soportar”, “resistir”, “aguantar”, hasta “sufrir”.
También la palabra “ilunga”, del idioma tshiluba, que se habla en una región sur oriental del Congo. Esta palabra ocupó el número uno en un listado mundial hecho por mil lingüistas. La palabra en cuestión significa: “una persona que está dispuesta a perdonar cualquier abuso la primera vez, a tolerarlo la segunda, pero nunca la tercera”
En segundo lugar quedó la palabra “shlimazl” que quiere decir “una persona con mala suerte crónica”en yiddish, el idioma que hablan muchos judíos en Europa, y Estados Unidos, algo así como nuestro “estar salao”.
La tercera palabra mas difícil es “naa” que se utiliza en la región de Kansai, en Japón para dar énfasis a las afirmaciones o expresar que se está de acuerdo con alguien.
Nosotros, aquí, en el exterior, sufrimos como nadie de saudades, porque Cuba no es un país cualquiera, que se abandona y se olvida, tenemos esa mala suerte crónica, (ese “yiddish”). Hemos soportado (“to endure”) interminables abusos, una, dos, tres veces, (“ilunga”) y porque (“naa”), “Saudades não se curam, matan-se”. Dicen los expertos portugueses.