Primer día sin sorpresasNo hubo sorpresas en el primer día de la Eurocopa 2008. Luego de la ceremonia de inauguración, un espectacular cuanto inútil exhibición de luces y sonidos, en esta ciudad se disputó el partido inaugural en el que República Checa le ganó por 1 a 0 a Suiza. Luego Portugal, uno de los máximos candidatos, le ganó por 2 a 0 a Turquía en la noche de Ginebra.
Apenas 13 minutos duró la ceremonia inaugural
De esa manera, con dos resultados bastante previsibles, la tabla de posiciones del Grupo A quedó muy definida, con los dos candidatos a la clasificación primeros con tres puntos y los derrotados obviamente sin unidades.
Todos lo esperaban a Cristiano Ronaldo, pero el hombre del día fue Václav Sverkos (anótense ese nombre): fue el autor del primer gol de la Eurocopa, justo él que debutó en la selección de su país, República Checa, pocos días antes del comienzo del torneo, empujado por los 20 goles marcados con la camiseta del Ostrava, que le valieron el título de máximo goleador del campeonato local y esa inesperada convocatoria.
En cambio, en el segundo partido la gran figura fue Nuno Gomes, como siempre bastante peleado con el arco (dos veces los leños le negaron el grito) pero autor de la asistencia decisiva en ocasión del gol que destrabó el marcador.
El domingo el torneo seguirá con los enfrentamientos del Grupo B: en Viena, el otro país organizados, Austria, enfrentará a Croacia (12 ET), mientras que por la noche (14:30 ET) uno de los favoritos, Alemania, enfrentará a Polonia en la ciudad austríaca de Klagenfurt. Pero antes veamos en detalle lo ocurrido en los partido de la primera jornada.
DEMASIADO CASTIGO PARA SUIZALos locales sabían muy bien que sus chances de clasificarse para cuartos de final pasaban inevitablemente por un buen papel en este match. Por eso, Suiza se paró con un clásico 4-4-2 pero con los dos externos, Barnetta por izquierda y Behrami por derecha, muy agresivos.
Vaclav Sverkos fue el protagonista de la jornada
Por su parte, los checos responden con un 4-1-4-1 en el que Koller quedaba muy aislado arriba y el volante central Galasek trabajaba casi como líbero delante de la defensa, listo para meterse entre los dos centrales, máxime porque los dos laterales Grygera y Jankulovski tenían mandado de subir cada vez que fuese posible hacerlo.
El comienzo de los dueños de casa fue muy bueno, especialmente por derecha, gracias a las iniciativas de Behrami y la buena tarea del volante Inler. La superioridad territorial, sin embargo, no se tradujo en peligros reales para el arco visitante. República Checa, por su parte, aguntó la embestida local tratando de volverse peligrosa en contragolpe. De cualquier manera, el ritmo fue siempre bastante lento, a pesar de la temperatura casi invernal, ideal para jugar al fútbol.
La mejor ocasión de la primera etapa llegó recién a la media hora, cuando un rápido contragolpe lo dejó a Frei libre en posición central, a unos 25 metros del arco, pero su violento derechazo fue rechazado con los puños unidos por Cech.
En la segunda etapa, ante la lesión de Frei llegada justo sobre el final del primer tiempo, ingresó el habilidoso volante ofensivo Yakin y el esquema suizo pasó a ser un 4-4-1-1.
Evidentemente el ingreso del veterano Yakin le dio nueva linfa al ataque local, porque el volante manejaba muy bien la transicción en velocidad. Así, las ocasiones comenzaron a multiplicarse, pero la falta de peso de la delantera local provocaba que los peligros siempre fuesen bastante relativos.
Al igual que en la primera etapa, el empuje local fue aflojando y los checos lograron equilibrar el trámite. Así, el partido se volvió de ida y vuelta y el entrenador checo, el veterano Karel Brückner, se decidió a sacarlo al inoperante Koller y le dio espacio a Sverkos.
La movida resultó un acierto y el premio llegó 15 minutos después: luego de tiro de esquina, con toda la defensa de Suiza saliendo, Galasek metió el cabezazo hacia adelante y Sverkos quedó solito, mano a mano con en arquero Benaglio, para estampar el 1 a 0 con un toque de externo derecho.
El entrenador suizo Kuhn salió a quemar las naves con el ingreso de Vonlanthen, un delantero, por Lichtsteiner, un defensor: así, Suiza se lanzó hacia adelante y anduvo muy cerca del empate, primero con un remate de Barnetta que Cech atajó milagrosamente y luego con el tap-in de Vonlanthen, que fue a dar en el travesaño.
Ahí el partido se acabó. En los minutos de descuento, Suiza siguió atacando y reclamó un penal por una supuesta falta de mano de Ujfalusi (la pelota pegó en el codo, efectivamente, pero el brazo estaba muy pegado al cuerpo), pero el referí, el italiano Rosetti de buena tarea, no se apiadó por el grito de todo el estadio.
En suma, la derrota fiue un castigo realmente demasiado severo para Suiza, pero de alguna manera el triunfo premió el mayor oficio y la gran solidez defensiva de los checos, que ahora quedaron en muy buena situación en la tabla del Grupo A.
DOMINIO PORTUGUÉSEn el segundo partido, Scolari no aportó muchas novedades en su acostumbrado 4-2-3-1, con Nuno Gomes único delantero suportado por Ronaldo, Deco y Simao. Enfrente, Terim paró a Turquía con un audaz 4-3-3 en el que, sin embargo, los dos atacantes externos Tunkay y Erding se sacrificaban también en la fase defensiva.
Pepe abrió el marcador para Portugal
La primera etapa siguió el libreto que era lícito esperarse: Portugal hacia adelante y Turquía agazapada buscando lastimar de contragolpe. La mejores ocasiones fueron para los lusitanos: un gol de Pepe anulado por un off side milimétrico y un tiro libre desde la derecha de Ronaldo que fue rechazado por el palo más lejano, luego de una leve mas decisiva desviación del arquero.
En la segunda etapa, Terim se cubrió más y pasó al 4-4-2 con el ingreso del volante Sarioglu por Erding. Pero la tónica no cambió y Portugal siguió dominando el trámite casi a su antojo, de la mano de la espectacular tarea de Nuno Gomes.
En efecto, primero el palo rechazó su toque de derecha a la carrera, luego el mismo delantero cerró la pared para la sorpresiva subida de Pepe quien, solo delante del arquero, definió el mano a mano con el oficio de un atacante. Poco después, otra vez Nuno Gomes, de cabeza, estrelló el balón en el travesaño.
Scolari decidió defender la ventaja, con el ingreso de Nani por el propio Gomes (Ronaldo pasó al centro del ataque), mientras que Terim volvía a aumentar el peso ofensivo con el ingreso de Senturk.
Pero nada cambió: Turquía fue más ofensiva pero nunca logró ser realmente peligrosa y siempre se quedó en la intención, como cuando Nihat la bajó muy bien de cabeza pero Tuncay, solo en el punto del penal, pifió el remate.
Sobre el final, debió ser expulsado el defensor turco Richards, por una falta descalificadora contra Nani, pero el referí Fandel, de pésima tarea, no tomó medidas.
Luego, ya en tiempo de descuento, una bonita jugada de izquierda hacia derecha acabó con la perfecta habilitación de Moutinho y el remate goleador de Meireles, quien le dio al marcador cifras más coherentes con el desarrollo del match, en el que Portugal ratificó su candidatura para el triunfo final.