Doy de mi pan al hambriento
una limosna al mendigo
hablo con el vagabundo
todos me ven como amigo
y me siento el rey del mundo.
Veo con tristeza la guerra
la mezquindad la avaricia
y mucha pena me da
la poca fe y la impericia
que existe en la humanidad.
Odio que no haya igualdad
por capricho de unos cuantos
de incalculable maldad
me duele escuchar el llanto
de un niño pidiendo pan.
Me hiere la indiferencia
que existe ante la pobreza
de un gobierno su indolencia
de los ricos la inconciencia
y el falso pan de la iglesia.
Si esta es la naturaleza
que Dios le dio al ser humano
entonces, viva su alteza
y los gobiernos tiranos
tenga el rico mas riqueza
y que revistan de oro la Sede del Vaticano.
W.Randal