Fidel: esta es tu casa
Escrito por: Claudia Cadelo en General
Nunca supe si las personas que ponían este cartel en la entrada de su casa estaban lo suficientemente claras como para saber que no era una metáfora. Sus casas eran de Fidel, y más aun, todas nuestras casas son de la revolución, porque todo lo que nos rodea pertenece a ese concepto abstracto. En Cuba hemos optado por la antigua filosofía griega, todas las cosas están hechas de una sustancia única y esta a su vez es el origen de todas las cosas: Todo es Revolución. La historia de occidente se divide en el año cero, antes y después de Cristo; la historia de Cuba se divide en el año 59, antes de la revolución nada, después de la revolución todo. Me sorprende pensar que haya personas, incluso dentro de Cuba, que afirmen que es muy difícil desalojar a una familia de su vivienda. No voy a contar las historias de otros porque tuve la desgracia de lidiar con una brigadita de desalojo cuando tenía 20 años. Mi padre vivía en casa de mi abuela materna, mi abuela decidió poner la casa a mi nombre en una especie de último acto de lucidez. Cuando mi padre murió vine para mi casa, como era lógico. Sin embargo, una persona cercana a mi padre y con un poco de poder consideró que no estaba bien, que lo correcto era que la casa fuera para ella. En ese mismo instante comenzó una batalla a ciegas para mí, donde el golpe ya no se sabía por dónde vendría: desde arrancar en mi ausencia el inodoro, el lavamanos, los cables de luz y la tubería de gas (para qué mencionar las otras cosas que habían dentro de la casa), pasando por una falsa acusación de haber firmado el proyecto Varela (no lo firmé porque no me llegó, que conste), la subsiguiente visita-mini-mitin-de-repudio de los miembros de la asociación de combatientes, la ausencia prolongada del registro de dirección, personas anotadas como residentes temporales en mi casa que yo nunca había puesto, denuncias por alquiler ilícito y de colofón los accionantes del terrible "desalojo". No voy a contar la historia entera porque no vale la pena: no pudo sacarme gracias a mi padre, que aun después de muerto tuvo que hacer sonar su nombre en mi boca, porque evidentemente, por las vías legales me sacaban a patadas de mi casa. No obstante, sería coherente llegarse a la Habana Vieja y contactar con todas las personas que en estos últimos años han sido desalojadas de sus casas para que el casco histórico sea un lugar apropiado para los turistas; o preguntarle a los vecinos del Vedado, por allá por 11 y K, por qué el Minint no les permite permutar sus casas ni dejarlas en herencia a ningún familiar. No sé si a la cantante Bárbara Grave de Peralta por fin la han desalojado o no, espero sinceramente que no. Pero también me gustaría decir que su caso no ha sido ni único ni aislado, sino que es un ejemplo más de lo que sucede diariamente en esta isla ideal. Espero que su denuncia y la solidaridad que despertó su situación hayan podido ayudarla en algo, para ella mis mejores deseos.
http://vocescubanas.com/octavocerco/2009/02/25/fidel-esta-es-tu-casa/
Escrito por: Claudia Cadelo en General
Nunca supe si las personas que ponían este cartel en la entrada de su casa estaban lo suficientemente claras como para saber que no era una metáfora. Sus casas eran de Fidel, y más aun, todas nuestras casas son de la revolución, porque todo lo que nos rodea pertenece a ese concepto abstracto. En Cuba hemos optado por la antigua filosofía griega, todas las cosas están hechas de una sustancia única y esta a su vez es el origen de todas las cosas: Todo es Revolución. La historia de occidente se divide en el año cero, antes y después de Cristo; la historia de Cuba se divide en el año 59, antes de la revolución nada, después de la revolución todo. Me sorprende pensar que haya personas, incluso dentro de Cuba, que afirmen que es muy difícil desalojar a una familia de su vivienda. No voy a contar las historias de otros porque tuve la desgracia de lidiar con una brigadita de desalojo cuando tenía 20 años. Mi padre vivía en casa de mi abuela materna, mi abuela decidió poner la casa a mi nombre en una especie de último acto de lucidez. Cuando mi padre murió vine para mi casa, como era lógico. Sin embargo, una persona cercana a mi padre y con un poco de poder consideró que no estaba bien, que lo correcto era que la casa fuera para ella. En ese mismo instante comenzó una batalla a ciegas para mí, donde el golpe ya no se sabía por dónde vendría: desde arrancar en mi ausencia el inodoro, el lavamanos, los cables de luz y la tubería de gas (para qué mencionar las otras cosas que habían dentro de la casa), pasando por una falsa acusación de haber firmado el proyecto Varela (no lo firmé porque no me llegó, que conste), la subsiguiente visita-mini-mitin-de-repudio de los miembros de la asociación de combatientes, la ausencia prolongada del registro de dirección, personas anotadas como residentes temporales en mi casa que yo nunca había puesto, denuncias por alquiler ilícito y de colofón los accionantes del terrible "desalojo". No voy a contar la historia entera porque no vale la pena: no pudo sacarme gracias a mi padre, que aun después de muerto tuvo que hacer sonar su nombre en mi boca, porque evidentemente, por las vías legales me sacaban a patadas de mi casa. No obstante, sería coherente llegarse a la Habana Vieja y contactar con todas las personas que en estos últimos años han sido desalojadas de sus casas para que el casco histórico sea un lugar apropiado para los turistas; o preguntarle a los vecinos del Vedado, por allá por 11 y K, por qué el Minint no les permite permutar sus casas ni dejarlas en herencia a ningún familiar. No sé si a la cantante Bárbara Grave de Peralta por fin la han desalojado o no, espero sinceramente que no. Pero también me gustaría decir que su caso no ha sido ni único ni aislado, sino que es un ejemplo más de lo que sucede diariamente en esta isla ideal. Espero que su denuncia y la solidaridad que despertó su situación hayan podido ayudarla en algo, para ella mis mejores deseos.
http://vocescubanas.com/octavocerco/2009/02/25/fidel-esta-es-tu-casa/