Me gasté una mano de suelas de zapatos, modelitos y tiempo en la discotecas del país para nada: allí no habían caballos, y no por menospreciar, pero viviendo en Cataluña y siendo el burro su animal insigne, digamos –pues-que los burros Catalanes a diferencia de los toros sureños (que no tengo el honor aun), son muy sosos. Y menos mal que no lo digo yo sola, hasta la misma catalana reconoce que a sus chicos les pasa horchata del LDEL en vez de sangre por las venas.
Recuerdo aquellos tiempos, hace algunos años atrás, la preparatoria para ir a divertirte. Viendo lo que había en Cuba, todos fogosos y entrañablemente divertidos, una vez aquí tienes la idea, de querer como la canción de Valladares”un millón de amigos y así por siempre poder cantar” -que desilusión- ese día; viernes o sábado da igual, te tirastes el armario encima y medio bouvelard en ultimas tendencias, eres una especie “Del cuerpo del deseo” con “Rubí”… tan bella,latina, provocona y resultona, el contoneo de tus caderas deja a más de una retina dando vueltas y con midriasis casi irreversible, pero te das cuenta que esas miradas,( con cara de saber quien acaba de llegar más que admirar lo que viene por ahí), solo llegan a la altura de tu paso por su lado, acto seguido continúan en lo suyo; y ya tu corazón puede entrar en una fibrilación ventricular que no miran ni para pedir auxilio. Eso de que el fútbol es el deporte nacional, discrepo…y el cotilleo ¡¡¡Qué!!!
Comienza la noche y la discoteca es un lugar salvaje. Es una lucha de hembras por hacerse con el dominio del lugar, la atención del burro Catalán, que desde horas tempranas aguanta la barra con un codo, de manera peculiar a lo Billy “El Niño”, sin sombrero, ni oeste y con el otro sostiene el cubata, con un estilo inconfundible. Tiene su técnica, debe dejar entrever qué toma, una cerveza rebajaría un nivel en la jerarquía. Ahí va el primer cubata, el segundo, y al tercero se vuelven más contemplativos, ahora el burro catalán lo mira...TODO, con recelo y guardando distancias, debe primero conocer de donde coño has salido. Tu ya lo has visto y sin querer, ambas miradas chocan como trenes y pa qué fué aquello, él disimula, no, no disimula, está confundido, mira en derredor para cerciorarse de que esa no era una mirada equivocada....llega la certeza...es con él, y entonces se aleja, cambia la vista, incluso se cambia de discoteca....tu sigues bailando y avanza la noche, no hay nada que hacer si tienes que bailar con las amigas, te viene a la mente el Jardín de la Tropical o la escalinata de la Juventud y el grupo Moncada tocando aquello…”yo te quería María”…pero a María huele el ambiente que pronto se hace insostenible. Eres una especie de cenicero ambulante. Que asco. Mierda me han quemado mi faldilla nueva. Olvidas el repello y aprietas el culo, te contoneas como las cañas que bailan al viento, mientras todos, atónitos, miran lo lindo de tus movimientos.....ayyyyyyyyyyyy dios.......si esas miradas mataran.
Las hembras catalanas van a la ofensiva y se suben encima de la barra, ellas también saben levantar “Pasión de Gavilanes”. Nos miran, las miramos...pero no hay color.....porque son sordas de música, cuerpo y entendimiento; su movimiento es desordenado y loco. Se hacen con la pista a punta de codazos y bajos empujones y así logran atraer al burro catalán. ¡OH! y la convidan a un cubata. la aprobación por parte de los amigos del equino sella lo que comienza a ser el ritual prerevolcón de la noche: mejor del país le dice uno, aunque es un putón dice otro. Y sí, la hembra catalana mira con triunfo a su rival latina y coge a su presa en su 10mo cubata. Él ha triunfado, ha demostrado tener un bolsillo hacendoso y en cualquier esquina lo esperará un coche para llevar a su hembra al huerto. Todo encaja para los que han podido empatar, pero encuentras que a ti te falta algo. Son las cuatro de la mañana-todo acaba- y ya sabes que a esas horas lo que abunda es el típico borracho que te la quiere meter, el otro que cayó en que no eres del país y que la semana pasada llegó de la habana. A tomar por culo, esto ya no da pa más.
Me aburro y a aúna esas horas mi cuerpo pide salsa y los locales comienzan a cerrar. Sigo una calle prohibida para los burros catalanes, allí habitan salvajes otros tipos de animales. Hay caballos, panteras y tigres es una selva tropical cada cual con su bandera. Abres la puerta y todos te miran, y con sus miradas te desnudan pieza a pieza...si los ojos hablaran....o mejor si los ojos gritaran para que todos pudieran escuchar lo que te dicen al pasar ante ellos. La música suena, todos son hombrees y mujeres de galaxias diferentes, parejas de ese instante en que dura la canción, nos conocemos y no conocemos a nadie, pero la música nos funde y solo existes Tú y El, y Albita Rodríguez de fondo con “Que culpa tengo yo de haber nacido en Cuba”alguien grita ¡¡¡ ésas cubanas que sabor!!! Nos sentimos halagadas y nos abandonamos aun más en nuestros movimientos, nos entra chango con yemayá en puya y bailamos. Todos te miran, hay complicidad de miradas y en ningún caso esquiva. Allí si que no hay casualidad, a veces es mas seguro bailar con el culo pa la pared si no quieres acabar emparedada entre dos morenos y vete a saber de donde, y una que es internacionalista. Uno alante y otro en la espalda, no te queda sitio pero te dejas llevar con el perreo....”ésta noche haré travesuras” canta Don Omar. Descansas, y sin saber de donde te llega una cerveza. En esa selva de caballos, tigres y panteras todos se respetan, todos se abandonan, todos sentimos la música como parte nuestro cuerpo, es una manera de expresar la añoranza de lo querido y lo duro del exilio...complaciendo peticiones suena una bachata. Es Aventura.
Si pa saber del amor hay que besar a un caballo Cubano, pa bailar una bachata busca un tigre Dominicano. Ese Tigre ¿de Bengala? Y que mas da, es un tigre. Lo miras en busca de las 7 diferencias, y caes en que podría pasar por caballo cubano de no ser por ese acento y su matar lento. La bachata es lenta y el tigre te acorrala, tu cintura queda presa de sus manos y él también mueve sus caderas, marca el paso, un dos tres cadera y pa un lado y pa otro, pega su cara a tu oído, y susurra un mami casi imperceptible, tu estás embelesada entre aventura que suena de fondo y la aventura con el tigre, sus labios rozan la piel de tu cara, instintivamente, te alejas y caes en el negro de sus ojos y lo blanco de su sonrisa- perfecta además- te acurruca como quien no ha hecho nada y sigue…. Tu sangre comienza a bullir como una cafetera, él lo sabe, y juega a dejarte en esa, vuelve a rozarte y te da una media vuelta, baila con espaviento, como lo hacen los caballos con un espectacular casino antiguo, haciendo honor a los hermanos Santos; solo falta que saquen el pañuelo. Pero mantienen su lugar y a ti se te sale la lengua y los ojos de las orbitas, comienzas a desearlos, te pegas tú, y sigue sonando esa bachata.
Cómo puro hechizo de lascivia, te desordenas- lo juro- y ni Carilda Oliver te salva de ese desenfreno, sientes contraerse tu cuerpo, tus partes…..cojones…..es como si vieras en pasajes pasar tu vida por tu cabeza, tu vida de amantes y amados, verdugos y victimas de estos juegos de amores.
El tigre te recuerda a muchos caballos, pero te mata lento, y ahí por donde te duele….el caballo ya te hubiera matado…pero el tigre te agota, hasta que otro día caigas exhausta en sus brazos, le gusta hacerse el duro….y le da igual irse a dormir como mismo salio de su casa.
Amanece y los que no han tenido suerte se Irán solos, tú te irás sola o acompañada pero sabes que no te espera ningún coche en una esquina, tampoco nadie pregunta de donde eres porque es lo que menos importa Todos son de por ahí, y haciéndonos la media de poco en poco nos vamos quedando como calabazas cada uno en su casa.
Llego rendida, muerta del cansancio, pero he gozado, he bailado y me han repellado. Pero que maricón el Tigre se fue como si nada. Me calentó el cráneo pa después dejarme lista para otro día de cacería, porque a ese tigre todavía no lo he cazado.
Y una amiga catalana me dice: nena hoy haré travesuras, le enseño unos meneos sensuales, pero que va no hay manera, ella me dice que tranquila que ella también sabe como hacer el amor a los burros catalanes Y yo solo hablaba de un baile sensual. De sentir la situación dominada, de sentir una cabilla martillando en tu coxi, a un compás disimulado, suyo….cuando nadie te ve y todos miran…..eso…..saber bailar sin acabar…que coño sabes tu del amor si no le has dado un beso a un caballo.