"Viven del cuento. Le echan imaginación y elaboran truculentas historias para conseguir dinero del turista. Y les sale rentable. Tanto o más que al resto de sus vecinos, que acuden, religiosamente, a su centro de trabajo. Incluso el Gobierno cubano reconoce que son una lacra. Son los jineteros".
"Con este nombre se designa en Cuba a las personas que se dedican a asediar a los turistas, ofreciéndoles todo tipo de servicios, en su mayoría ilegales, o recurriendo al engaño para conseguir unos cuantos pesos convertibles (divisa local de la isla)".
"Son muchos y variados, especialmente en las ciudades con más afluencia de extranjeros, como La Habana o Trinidad. Pero si hay un lugar que se ha convertido en la cuna del 'jineterismo' por excelencia, ese es Santiago de Cuba".
"Desde que el viajero llega al aeropuerto o a la estación de autobuses, un enjambre de personas le rodea y ya no le suelta. ¿Sus ofertas?: desde servicios de taxi, por supuesto, ilegales -al margen de los que gestiona el Estado- hasta comedores, también fuera de la senda oficial, que se montan de forma improvisada en una casa y ofrecen productos obtenidos en el mercado negro, como langosta o camarones. Y guías turísticos, y supuestos pintores, y músicos, y…".
"Lo cierto es que la 'jugada' les sale muy rentable: en sólo dos horas como guías por la ciudad pueden obtener unos cinco convertibles, el equivalente a una semana de trabajo de un médico".
"El Gobierno cubano es consciente de su existencia. En la prensa oficial se reconoce que la igualdad que quiso impulsar la Revolución del 59 ha dado paso al igualitarismo, ya que todos, los más honrados y los menos, tienen tras de sí la cobertura del Estado".
Esmeralda Rojo, El Mundo, España
20 de noviembre de 2008