Implicarían menos trauma, rápida recuperación, estancias más breves en el hospital y menor tejido dañado.
La posibilidad de que brazos robóticos hurguen en el abdomen suena alarmante, pero su precisión podría implicar menos trauma, una rápida recuperación, una estancia más breve en el hospital y una menor cantidad de tejido dañado.
Entre los hombres que necesitan una operación de próstata, el mayor grupo que se somete al bisturí electrónico en la actualidad, éste implica un menor riesgo de impotencia, según los médicos que recurren a los dispositivos.
Algunas dificultades
"No es el concepto más fácil de describirle a un paciente", asegura el cirujano Ara Darzi, co-director del Centro Hamlyn de Cirugía Robótica del Imperial College en Londres, "pero se convencen rápido al explicarles los beneficios".
Sin embargo, son muchas las voces críticas que cuestionan la rentabilidad de este tipo de robots, que cuestan cerca del millón de euros, cuando otros tratamientos, como los medicamentos para el cáncer, están siendo recortados ante la situación económica.