Cuatro mil millones de personas se estima que verán hoy, en un momento u otro, la inauguración de los juegos de Pekín.
Los Juegos se celebraron sin problemas en Ciudad de México en 1968, diez días después de la matanza de la Plaza de las Tres Culturas, con centenares, sino miles, de estudiantes muertos. Fueron los "juegos de la paz". En 1984 se celebraron en Los Ángeles, pocos meses después de la invasión de Granada y en la década en la que los regimenes apoyados por Washington masacraron a 200.000 personas en América Central, el 1% de la población de los siete países de la región. En 1988, los Juegos se celebraron en Seúl, cuando Corea era una dictadura, con una matanza importante reciente y una historia de 100.000 fusilados en los años cincuenta.
China tiene muchos defectos, , siendo una dictadura, es el país del mundo que más ha cambiado en los últimos treinta años y el que más cambiará en los próximos treinta. No se respetan algunos derechos humanos, y la "polémica"con el Tibet esta presente y puede costarle a cualquier persona la expulsión.
Sin embargo a Pekín llegaron líderes políticos y familias reales de cincuenta países, incluidos los Príncipes de Asturias. Personalidades del mundo empresarial; desde Bill Gates y Rupert Murdoch, hasta los patrones y directivos de Wal-Mart, Motorola, Yahoo, Volkswagen, McDonald Adidas, Nike, EON, Coca Cola, General Motors y General Electric. 22.000 periodistas, 10.624 atletas, los presidentes de Estados Unidos y la Unión Europrea; Nicolas Sarkozy, Vladimir Putin, Yasuo Fukuda, Lula y una larga lista.